Becas Estudio

Claves para conseguir una mayor motivación en el estudio

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¿Qué sientes cuando te pones frente a tus apuntes? Lo que se dice ganas no es que se tengan muchas, pero sí que es verdad que si lo haces con un exceso de apatía y desidia tu productividad nunca será la deseada. Por eso resulta tan importante la motivación en el estudio; es la única manera de que el tiempo que dediques a memorizar y preparar una materia, tu próximo examen o el trabajo de fin de curso dé unos buenos frutos.

La motivación es ese estado interior que te activa y hace que tu conducta se dirija hacia esos objetivos que te has marcado. Es la fuerza que te mueve a ponerte frente a tus apuntes y mantenerte alerta durante tu tiempo de estudio, es la energía que guía tu conducta.

Lo primero de lo que tienes que ser consciente es de que ese acto de estudio va a tener una consecuencia cuando alcances tus metas. Pueden ser diferentes dependiendo de para qué estés estudiando: aprobar un examen con el que tendrás tu titulación, aprobar una oposición que te lleve a un puesto de trabajo, aprobar una prueba de acceso para estudiar la carrera de tus sueños… Tú mismo deberás encontrar ese último fin que te mueve a estudiar.

Llegará el momento de ponerte a ello, de empezar a poner en práctica todo lo que esté en tu mano para conseguirlo. Durante el proceso deberás ir analizando si lo estás haciendo bien y corrigiendo conductas que tal vez estén mermando tu productividad.

Y cuando llegue el éxito deseado, tocará disfrutar de lo conseguido.

Consejos para conseguir la motivación en el estudio

  1. Cambia tu perspectiva. En ocasiones, nuestros propios pensamientos son nuestros peores enemigos. Es verdad que a veces hay materias que no despiertan ningún tipo de interés; lo que tienes que hacer es ser consciente de la importancia que tienen para tu conocimiento general y para tu desarrollo. Piensa, por ejemplo, que el álgebra es la base de los negocios, de la ciencia y de la economía, y aunque no te guste estudiarla ahora seguro que te ayuda a comprender otros ámbitos de la vida.
  2. Profundiza en los temas que más te gustan. Aunque a la hora de ponerte a estudiar tienes que aprobar todas las materias, seguro que hay alguna que te gusta más y que se te da mejor. ¿Por qué no pruebas a centrarte en ella y convertirte en una especie de “experto”? Puedes empezar a escribir un blog sobre ello y realizar investigaciones más profundas; esto hará que te involucres más y disfrutas de lo que te apasiona. Eso sí, sin perder de vista los temas que menos te gustan. Piensa que son igualmente importantes para el desarrollo de tu carrera.
  3. Las recompensas pueden ser motivadoras. Si estás ante un gran proyecto de estudio en el que tienes que memorizar mucha información y no encuentras la motivación para empezar, divide todo el proceso en pasos más pequeños. Y haz de cada uno de ellos una meta en sí misma, sin dejar de tener en cuenta el objetivo general final. Cuando vayas cumpliendo esos pequeños hitos regálate una recompensa. Siempre te lo digo: no hace falta que sean grandes cosas, puede bastar con unos minutos de descanso al terminar, comerte unas chucherías o ver un capítulo de tu serie preferida. Cuando disfrutes de tu premio encontrarás la motivación para continuar estudiando.
  4. Busca apoyos a tu alrededor. No te desanimes si sientes que tu familia o tus amigos no son un estímulo suficiente para tu estudio. Eso no significa que no les importe, pero quizá ellos estén absortos en sus propias historias. Busca el apoyo de tu profesor, del tutor, o también puedes unirte a algún foro de estudiantes para encontrar ahí la motivación que te falta.

estudiantes productivos

La motivación crea estudiantes productivos

Motivación y productividad caminan de la mano. Un estudiante motivado terminará siendo un estudiante productivo, ya que esas ganas, interés y predisposición al estudio le proporcionarán las mejores herramientas para saber gestionar su tiempo adecuadamente y, de este modo, su rendimiento será más satisfactorio.

La motivación es clave en el aprendizaje y se convierte en un factor determinante para el éxito académico. Si estás motivado aprenderás más rápidamente y, sobre todo, de una manera más eficaz. Piénsalo. Cuando estás motivado tienes esa disposición para ponerte a estudiar y la energía necesaria para ser constante en ese esfuerzo. La motivación es una fuerza que te mueve a llevar a cabo una determinada tarea y hace que lograr esos objetivos sea más sencillo.

Debes contar con los estímulos necesarios que guíen tu comportamiento hacia esa mayor productividad. Nunca pierdas las ganas de aprender ni la curiosidad, ni dejes de reconocer la importancia que tiene todo aquello que tienes entre manos. Tanto para tu futuro académico más inmediato como para tu desarrollo personal.

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