Hace poco más de un año que trabajo como periodista freelance y, en realidad, yo también soy una principiante en esto. Pero si acabas de introducirte en este mundo y todavía no sabes muy bien cómo hacerlo, hoy voy a darte 6 consejos que pueden serte de utilidad. Nunca se deja de aprender y si empiezas con buen pie tienes parte del éxito asegurado.
- Crea tu perfil en plataformas de empleo freelance donde poder encontrar proyectos de tu interés. Podrás entrar en contacto con potenciales clientes y descubrir trabajos a los que enviar propuestas para ofrecer tus servicios.
- Ya hemos visto en anteriores ocasiones la importancia de crear una marca personal. Si vas a trabajar por cuenta propia, esto cobra vital importancia. Tus posibles clientes van a buscar tus perfiles sociales, tu blog, tu portfolio… y es importante que ofrezcas una imagen adecuada al servicio que ofreces, con presencia, autoridad y dedicación.
- Conoce bien todos los detalles del proyecto que te están planteando y ante cualquier duda, pregunta. Es fundamental que haya una buena comunicación con el cliente para que todo salga adelante en las mejores condiciones.
- Marcar un precio es uno de los mayores quebraderos de cabeza. No lo bajes al máximo para conseguir un determinado trabajo ya que eso puede hacer que tu esfuerzo y tu labor pueda infravalorarse. Establece una cantidad razonable, lo que de verdad consideres justo.
- Debes aprender a decir que no. Al principio cuesta, y quizá si todavía no te ha entrado trabajo estés cogiendo todo lo que te llega. No pasa nada, es normal, pero en el momento en el que veas que tienes suficiente volumen o te llegan propuestas que no puedes abarcar por falta de tiempo o porque, simplemente, no las ves adecuadas para tu perfil, recházalas con educación y asertividad. No pasa nada, todo el mundo lo entiende. Dedicaremos un post especial para esto, ¿te parece?
- Establece un horario de trabajo. Esto de ser freelance no significa que estés todo el día navegando por Internet o trabajando desde el sofá. ¡O en pijama! Nada más lejos de la realidad. Es una rutina, tu casa es tu oficina, y debes actuar como tal. Marca tu hora de comenzar, el descanso reglamentario, y una hora para parar. Tienes que saber parar. Y si en algún momento dado te falla la creatividad no pasa nada, sal a dar un paseo, seguro que cuando vuelves todo fluye mucho mejor.
Podría alargarme más. Pero no quiero que te aburras. Así que si tienes alguna duda concreta te la resolveré encantada en los comentarios.